No pierdas la ola
Para disfrutar del buceo, nada como la zona norte de la isla por la profundidad de sus aguas. Holt Rocks, un paraíso de percas doradas, peces payasos y morenas, y la Fosse aux Requins, lugar de concentración de tiburones coralinos, de aletas y puntas negras, son un escenario perfecto para avistar estos animales entre octubre y marzo.
Durante todo el año, el tramo de la costa oeste entre Flic en Flac y Le Morne Brabant es un escenario también ideal para bucear. Si eres aficionado al esquí acuático, el windsurf o el kayak, en Isla Mauricio cualquier temporada es buena para que te lances a disfrutarlos y, de hecho, se celebran pruebas mundiales de estas especialidades durante todo el año.
En cuanto al kitesurfing, Mauricio es uno de los destinos internacionales más populares entre los entusiastas de este deporte: de Anse la Raie y Cap Malheureux en el norte a Poste Lafayette y Belle Mare en el este, pasando por Pointe d’Esny, en el sur, no te faltarán en Mauricio lugares de categoría mundial donde disfrutar de tu pasión, pero hay una ubicación que destaca por encima de todas: Le Morne, en la costa oeste, con su recortado tramo de litoral, repleto de fotogénicos rompientes y salientes.
Crisol de tradiciones
Europeos, árabes, africanos, indios, orientales... Casi todos los pueblos del mundo han hecho de Isla Mauricio su hogar, lo que la convierte en uno de los lugares más ricos en diversidad del planeta. Ese carácter único se presenta a ti del modo más festivo y colorido en sus tradiciones y eventos: un mestizaje cultural en el que caben el Año Nuevo Chino, festividades hindues como el Maha Shivaratri –que se celebra durante tres días entre febrero y marzo y que es la festividad hindú más importante fuera de la India- o el Holi –que se celebra también en los meses de febrero y marzo y en ella, se baña a todo el que quiera con polvos de colores y agua, lo que la convierte en un espectáculo colorido de gente de muchas culturas.
El reducto más virgen
Isla Mauricio cuenta con dieciocho parques nacionales y reservas naturales, todo ellos ubicados en islas e islotes marinos y en la zona costera. La única excepción terrestre es el Parque Nacional de Black River Gorges, el último reducto verde y virgen de Mauricio, con 60 kilómetros de senderos. El parque es un lugar muy popular entre los amantes del trekking. Muy cerca se encuentra la cascada de Chamarel, sobre un escarpado espectacular que fuera antiguo refugio de los esclavos para huir de su destino final, y que te asombrará como lo hará la Tierra de los Siete Colores. Este enigmático lugar, salpicado de voluptuosos montículos y formas redondeadas por la acción de los vientos, parece un capricho de pintor con toda clase de tonalidades para el que no se ha logrado encontrar una explicación científica, aunque la opinión más extendida nos dice que su formación se debe a las cenizas volcánicas muy ricas en minerales y coloreadas por el efecto de la oxidación. Y a solo 18 kms. del Parque Nacional de Black River Gorges se encuentra Le Morne Brabant, el icono más conocido de Mauricio y Lugar Patrimonio de la Humanidad. La silueta del monte, de 556 metros de altitud, es el marco perfecto para que disfrutes de las playas que se esparcen a sus pies, muy recomendadas para practicar el windsurf y el kitesurf, ya que el viento sopla en este mágico rincón casi todo el año.